Medio: Reforma.comAutor: Antonio LaveagaGénero: Columna
Sección: Buena MesaLigaCosto: 90,000.- MXN

Extracto:

El mejor vino es el que a uno le gusta, pero en estos tiempos esa frase ya se vino para abajo, ahora se dice: «el mejor vino es el que es gratis». Ya en serio, de lo que quiero hablar hoy es de vinos regalados, por regalar, para servir en eventos o puede ser cuando llevamos un tinto a un cumpleaños, reunión, o festejo, creemos que con el simple hecho de llevar vino quedamos bien, pero no siempre resulta así, por lo mismo y considerando que el vino es fundamental en la alegría de la fiesta, aquí planteo un decálogo para las reuniones.   1.- Al regalar un vino, asegúrese que no sea vino corriente, taparrosca y/o barato y, de ser posible, no lo compre en mercados de grandes superficies, porque a quien se lo ha regalado tendrá un parámetro de comparación. 2.- También asegúrese de que, a quien le da el vino, no sea coleccionista, ya que nunca lo beberá, de hecho lo regalaría otra vez. Asimismo confirme que esta persona no sea abstemia. 3.- A medida de lo posible, trate de regalar un vino «especial», esto es, que signifique o rememore algo a quien se le obsequió, o bien que sea difícil de conseguir, así a la persona que lo recibe hará que usted se sienta de la misma forma. 4.- Si es un destilado o licor lo que va a regalar, haga lo contrario de lo que hizo con el vino, compre uno conocido y de calidad, ya que esto «viste» el evento. Si regala, por decir, un whisky japonés que es poco conocido pero de calidad, el festejado puede creer que está recibiendo algo barato. 5.- El vino se disfruta más si se comparte, es decir si le regalan un vino sin motivo alguno, trate de compartirlo con quien se lo regaló. Trae buena suerte, y si no es así, al menos compartirá un buen momento.